miércoles, 17 de junio de 2015

MITOS Y CONCLUSIONES SOBRE EL AYUNO


"El ayuno baja el metabolismo"

Los periodos de hambruna de nuestros ancestros promovió la capacidad del organismo humano de ahorrar energía en situaciones de extrema carencia energética, o lo que es lo mismo, promovió la capacidad de bajar el metabolismo para ahorra energía. Bajo éste concepto, nació la idea de que es muy importante no saltarte ninguna comida si quieres adelgazar.

Zauner C. et al, en una publicación en el año 2000 en la prestigiosa revista American Journal of Clinical Nutrition, observaron que después de 36 horas de ayuno, el metabolismo (o lo que es li mismo el gasto de energía) se veía aumentado entre 3 y un 10%. Esto se produce por el aumento de hormonas de estrés como la adrenalina y la noradrenalina, con la intención de aumentar nuestras capacidades físicas para buscar comida y salir del ayuno. Según éstas publicaciones, el ayuno de hasta 36 horas, NO baja el metabolismo. En otros estudios, observaron que después de 60 horas de ayuno el metabolismo (o gasto de energía) se veía reducido un 8%.

Conclusión: el ayuno de corta duración promueve el aumento del metabolismo como mecanismo de supervivencia, por lo que puede ser útil para estimular las capacidades del cuerpo para utilizar las reservas de grasa como fuente de energía. Únicamente, los ayunos “extremos” promueven que se reduzca el metabolismo y el cuerpo promueva el ahorro de energía y grasa corporal.
“Comer cada 3 horas aumenta el metabolismo. Si te saltas algunas comida, puedes engordar”


Como ya hablamos en el post de las calorías, éste idea nace debido a que la digestión de los alimentos aumenta el metabolismo para poder digerirlos. Esto parece ser que es cierto, y como ya comentamos, recibe el nombre de Efecto Térmico de los Alimentos (ETA). Este concepto provocó que se extendiera la idea de que comer cada 2-3 horas favorecía que el cuerpo tuviera el metabolismo elevado todo el día.

En el año 1997, en la prestigiosa revista médica The British Journal of Nutrition, publicó una revisión interesante. Observaron que el Efecto Térmico de lo Alimentos, o lo que es lo mismo, la cantidad de energía que el cuerpo consume para digerir los alimentos, era la misma, tanto si lo comes todo junto como si lo repartes en 5 comidas.

Conclusión: el aumento del metabolismo que se produce para digerir un alimento, no varía en función del número de ingestas de comida diarias. 500 gramos de filete, requieren el mismo aumento del metabolismo, tanto si lo repartes en varias comidas, como si lo juntas en una sola comida.
“Entrenar en ayunas baja el rendimiento”


Debido a que una gran parte de la población mundial hace el Ramadán, existen numerosos estudios acerca de cómo afecta el ayuno a su rendimiento deportivo. Algunas publicaciones demuestran que el rendimiento físico de algunos atletas, se puede ver afectado después de periodos de ayuno. Ahora bien, si la restricción es únicamente de comida y no de bebida, la cosa ya no es tan evidente. Es decir, si realizamos ejercicio en situación de ayuno de comida, pero prevenimos la deshidratación, los resultados parecen cambiar. En un estudio realizado con 8 deportistas jóvenes sometidos a 3 días de ayuno de comida (!!), se valoró su fuerza, su capacidad anaeróbica, y su resistencia aeróbica, antes y después del ayuno. Los resultados fueron que se reducía un 10% la fuerza dinámica, pero que no se conservaba la fuerza isométrica, ni la capacidad anaeróbica y tampoco la resistencia aeróbica.

Lo que se ha observado en numerosos estudios es que el entrenamiento en ayunas favorece la utilización de las grasas como fuente de energía, mientras que promueve el ahorro de glucógeno. Además, se ha observado como entrenar con las reservas de glucógeno semivacías promueve la activación de los mecanismos de producción de energía en el músculo, por lo que incrementa puede favorecer mayores adaptaciones en las capacidades de los músculos.

Por último, para los amantes de las pesas y el músculo, se ha observado que la compensación anabólica en los músculos después de un entrenamiento de fuerza, puede ser mayor si se realiza en ayunas y se aportan los nutrientes necesarios post-entrenamiento, para una buena compensación.

Conclusión: Para que nuestro rendimiento no se vea afectado durante el entrenamiento en ayunas, debemos cuidar la hidratación. Entrenar en ayunas, puede ser útil para estimular factores de producción de energía en el músculo, además de promover el ahorro del glucógeno y la utilización de las grasas como fuente de energía. Lo importante, tras un entrenamiento en ayunas es aportar todo los nutrientes necesarios para que se produzcan correctamente las compensaciones.

1 comentario:

Sirope de Savia dijo...

El ayuno es un método de pérdida de peso muy malo. Primero, afecta al organismo de forma directa y segungo, posteriormente se tiende a comer más y cogemos más kilos.
Lo mejor es realizar un limpieza o depuración del organismo. Esto es posible con un buen sirope de savia o arce.
Al realizar este método durante una semana, notaremos como nuestro cuerpo rinde mejor y pierde todas las toxinas.

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