Pero, ¿qué tengo que tener en cuenta cuando quiero comprarme un buen pulsómetro con GPS?
- Más precisión. El seguimiento por satélite es mucho más fiel que el que hace cualquier aplicación para el teléfono móvil. En otras palabras: si haces la misma ruta, el número de metros que quedan registrados no variará según el día.
- Practicidad. El reloj con GPS no solo pesa menos que un teléfono. Visualizar la información básica (kilómetros recorridos, tiempo) es mucho más rápido e intuitivo. Y a solo un movimiento de muñeca.
- Frecuencia cardíaca. Si buscamos un entrenamiento un poco avanzado, poder medir nuestro pulso en las diversas fases de nuestro entrenamiento puede marcar la diferencia. Con un medidor de frecuencia podemos entrenar a las pulsaciones que marca nuestro plan, es posible trabajar por intervalos de forma seria,…
- Programa tú entrenamiento. Las aplicaciones móviles gratuitas más populares no permitan programar un entrenamiento con series. Los relojes con GPS permiten programar este tipo de entrenamientos y otros más complejos.
- Profesionalidad. Gracias a todas estas ventajas, es posible controlar tu entrenamiento de forma más precisa y fiel. Un mejor entrenamiento supone reducir la posibilidad de que haya sorpresas (desagradables) el día de la competición.
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