Y todo por la tarjeta amarilla que vio en el partido contra el Shaktar. Obviamente la forzó en el partido de ida para así no jugar el partido de vuelta con los ucranianos y estar límpio para las semis contra el Madrid.
Esta, es una práctica poco ética pero muy extendida entre los futbolistas. Me refiero al hecho de forzar una tarjeta.
Un futbolista cuando cumple un ciclo de 5 tarjetas amarillas debe descansar el siguiente partido. Eso, hace que muchos de ellos provoquen esa quinta tarjeta cuando quieran (básicamente cuando el siguiente partido es contra un rival débil) para así minimizar el riesgo de quedarse sin jugar un partido que no querrían perderse por nada del mundo.
Estas tarjetas forzadas suelen darse por pérdida de tiempo, faltas absurdas, insultos sin ton ni son... Muchos árbitros son conscientes de estas tretas por parte de los jugadores, pero aún así, la mayoría de veces no tienen más remedio que enseñar la cartulina amarilla.
Pero lo que no es de recibo es que precisamente ahora la UEFA tome en consideración la acción de Iniesta para sancionarlo sin jugar la ida de las semis.
El futbol es un deporte que no ha evolucionado. Con las mismas normas de hace 50 años y con los mismos dirigentes anquilosados de hace 50 años también. Pero las cosas no se hacen así.
Que hay ciertas prácticas que habría que sancionar, estamos de acuerdo. Que el futbol es seguido por millones de personas en todo el mundo y que debería ser un ejemplo para todo el planeta, también. Pero este tipo de cosas se deberían acordar antes de empezar una temporada. Que sentido tiene aplicar esto una semana antes de unas semis, cuando el Madrid precisamente forzó 2 tarjetas la temporada pasada en octavos de la champions?
Cada temporada ocurre esto centenares de veces en toda Europa. Pero los dirigentes del futbol europeo, así como del futbol español viven en otra realidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario