Si antes fueron las pulseras adelgazantes ahora lo son los anillos. Un anillo adelgazante que nos lo pondremos en el dedo del pie y que milagrosamente nos hará bajar de peso.
Estos anillos son de silicona y llevan un imán y se ponen en el dedo gordo del pie y representa que acelera el metabolismo.
Yo pensando que haciendo deporte, que comiendo más grasas y proteínas subiríamos el metabolismo por una cuestión hormonal, pero resulta que no; que lo subiremos gracias a un anillo mágico que nos lo ponemos en el dedo gordo del pie. Según los inventores del artilugio, el uso de imanes en el cuerpo origina una proceso llamado respiración biomagnética que convierte los carbohidratos y las grasas en formas utilizables de energía.
Lo cual no tiene ningún sentido. La grasa y los hidratos ya de por sí, son fuentes utilizables de energía y un anillo hará algo que ya de por sí hace nuestra propia naturaleza. El problema es cuando comemos muchos hidratos. Cuando sobran se convierten en grasa, así de simple.
Y obviamente nadie explica bajo que sistema, la grasa se va eliminando gracias a este anillo adelgazante.
En fin, otro timo más.
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