La mayoría cree que deporte es sinónimo de salud, y no siempre es así. Deporte y salud no siempre van cogidos de la mano.
El deporte abarca muchos conceptos y ámbitos. No es lo mismo el deporte de alta competición que el amateur. No es lo mismo entrenar 15 horas semanales que hacerlo 4 horas semanales. No es lo mismo tener que competir que jugar y entrenar simplemente por el gusto de hacerlo.
- El deporte de élite no es saludable. La intensidad con la que entrenamos, hará que en un futuro nuestro cuerpo sufra sus consequencias.
- Empezar antes de tiempo un deporte nos puede hacer perder nuestra motivación e ilusión en un futuro.
- Deportes con posiciones estáticas como el hockey hierba, natación estilo mariposa, golf... nos puede crear problemas crónicos de espalda si los empezamos en edades tempranas.
- Un niño puede ser un campeón en potencia, pero si su entorno (padres, famíla, amigos...), no le arropan y por contra lo estresan, y le "obligan", este futuro ganador se va a perder por el camino.
Una cosa es que queramos competir y ganar, y llegar a lo más alto. Pero debemos saber que si queremos hacer deporte simplemente por una cuestión de salud:
- Entrenar a una intensidad media.
- Variedad. No entrenar siempre igual. Probar y practicar diferentes deportes.
- Escuchar a nuestro cuerpo. El cuerpo es sabio, antes de una lesión nos avisa. Hay que saber parar a tiempo.
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