Pues ya tardaba en salir salpicado por la lacra del doping otro top del ciclismo. Y resulta que ha sido el número 1: Chris Froome. Y por la misma historia de siempre: "es que me tengo que tomar este medicamento....". En concreto se trata del conocido Ventolín, que usan básicamente los asmáticos.
Lo curioso del caso es que el 99'9% del pelotón internacional es asmático. ¿Curioso, verdad? Como el ventolín es un medicamento permitido y aprovechando que es un broncodilatador pues aprovechamos todos, para ser oficialmente asmáticos. Al ser broncodilatador tenemos más capacidad de reclutar oxígeno con lo cual rendimos más en las especialidades de resistencia. Así que TODOS los ciclistas son asmáticos.
El problema está en que la Federación Internacional de Ciclismo marca un tope para este medicament. Y Froome lo ha rebasado ampliamente. Es más, según los expertos, la cifra que se le ha encontrado sólo se la ha podido inyectar. Así que nada de un accidente fortuito o de haber inhalado un poco más de la cuenta. No cuela.
Con lo cual, le caerán unos meses de suspensión que veremos si le perjudica en el próximo Tour o Giro.
Hay que tener en cuenta que el ventolín, además de ser un broncodilatador también ayuda a perder grasa y a ganar músculo, así que se puede considerar de todas todas una sustancia dopante y que aumente de forma artificial el rendimiento deportivo.
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