miércoles, 17 de junio de 2015

PÉRDIDA DE GRASA; L-CARNITINA



Ya en su momento, analizamos parte del proceso de degradación del tejido adiposo. Los ácidos grasos liberados al torrente sanguíneo son transportados por la albúmina (una proteína sanguínea) hasta el interior de las células (citosol). Los ácidos grasos dentro de la célula son transportados, en parte, hasta la parte externa de la mitocondria dónde deben ser transportados a su interior para poder convertirse en ATP (es el proceso conocido como Beta-Oxidación).

La membrana de la mitocondria es impermeable a los ácidos grasos, por lo que para ser transportados al interior deben activarse uniéndose a una molécula llamada Coenzima A. Éste complejo de ácidos grasos activados se conoce como complejo Ácido Graso-Acil-Coenzima-A (Acil-CoA). El aminoácido L-Carnitina, es necesario para formar la enzima CAT-I, encargada de transportar el Acil-CoA al interior de la mitocondria. La CAT-I se une al grupo Acil, formando el complejo Acil-Carnitina, y dejando fuera la Coenzima A para que pueda activar otro ácido graso. El Acil-Carnitina es transportado al interior de la mitocondria mediante un proceso llamado “Translocación”.

En el interior de la mitocondria se produce la Beta-oxidación para producir energía (ATP), y la Carnitina, mediante una enzima llamada CAT-II, se “recicla” y se vuelve a situar a la membrana de la mitocondria para volver a formar la enzima CAT-I encargada de unirse a un nuevo Acil-CoA y volver a empezar el ciclo. Por lo tanto, podemos ver que la L-Carnitina es imprescindible para poder transportar ácidos grasos al interior de la mitocondria para producir energía. Con excepción de los ácidos grasos de cadena media o corta (MCT, como los que hay en el coco), es imprescindible la presencia de L-Carnitina para entrar los ácidos grasos dentro de la célula.

La L-Carnitina es un aminoácido ¡no esencial ya que puede ser sintetizado por nuestro organismo. Se produce en el hígado a partir de los aminoácidos esenciales como la L-Lisina. También se puede encontrar en la alimentación, aunque en cantidades muy bajas y principalmente en la carne roja de animales que se hayan movido. Una falta de L-Carnitina puede provocar que se produzca una menor actividad de CAT-I, que hemos visto que es imprescindible para entrar los ácidos grasos en la mitocondria y producir ATP. De todas formas, se ha observado que el ayuno y el ejercicio físico mejora la afinidad de la L-Carnitina para la síntesis de CAT-I, aunque se disponga de poca cantidad del aminoácido.

Suplementación con L-Carnitina

Actualmente, la L-Carnitina es uno de los suplementos más utilizados para perder tejido adiposo y mejorar la resistencia física de deportistas y personas que realizan actividad física con fines estéticos. Como hemos visto, la L-Carnitina juega un papel fundamental para la producción de energía en la célula, además la suplementación con dosis muy elevadas se han demostrado seguras (no producen toxicidad). En algunas publicaciones se ha observado que la deficiencia de éste aminoácido puede provocar graves trastornos patológicos (miopatías, etc.).

No está muy clara la evidencia que la suplementación con L-Carnitina pueda aumentar la concentración de éste aminoácido en el músculo. En algunas publicaciones encuentran una ligera mejora respecto el placebo, mientras que en otras no encuentran ninguna mejora. En varias publicaciones que he ojeado, sólo se encuentra una mejora de la concentración de Carnitina, si el grupo al que se subministra hace ejercicio y la suplementación de mantiene en el tiempo (mínimo 4 semanas). Por lo tanto, tomar L-Carnitina sin hacer ejercicio, parece ser que no sirve para aumentar las concentraciones musculares de dicho aminoácido.

Además, parece ser que en condiciones normales la enzima CAT-I está saturada de Carnitina por lo que un aporte extra, no aumentaría la velocidad de reacción. Es decir, un mayor aporte de L-Carnitina no aumentará la velocidad de la enzima CAT-I y por lo tanto, no se puede asociar la suplementación a una mayor beta-oxidación de grasas en el músculo. De todas formas, en algunas investigaciones (pocas), como por ejemplo, una publicada en 2002 (D.M. Muller, et. al), si encontraron una mayor actividad de CAT-I tras la suplementación de 3 gramos al día durante 10 días, en comparación con un grupo placebo. El estudio era realizado con personas sin alteraciones del metabolismo de los ácidos grasos.

En situaciones de déficit de éste aminoácido (menos de del 25-50% respecto una concentración normal) parece ser que la suplementación si aumenta la concentración de Carnitina en el músculo, pero en una situación normal, parece ser que pequeños cambios de concentración de éste aminoácido no producen ningún cambio en la función de las enzimas.

Otra de las aplicaciones que se comentan en el mundo del deporte es que la suplementación con L-Carnitina puede modificar la producción de energía en el músculo. En la mayoría de los estudios, realizados en laboratorio y en test de corta duración (máximo 120 minutos), parece ser que los cambios no son muy significativos en comparación con un grupo placebo, aunque en la mayoría encuentran concentraciones menores de lactato o niveles mas elevados de ácidos grasos en plasma (mayor oxidación). Aunque para los investigadores no son significativos estadísticamente hablando, existen. Por lo tanto, no es clara la evidencia que la suplementación con Carnitina tenga efectos sobre el rendimiento deportivo, y para la mayoría de la comunidad científica, la evidencia actual no apoya dicha hipótesis en sujetos sanos. De todas formas, en una presentación que encontré de casualidad por Internet, leí una frase, para mí, muy representativa: “The absence of evidence is not evidence of absence”.

Otra de las líneas de investigación sobre la utilización de L-Carnitina es en personas, u otros animales, con trastornos metabólicos (diabetes, obesidad…). En algunas investigaciones han encontrado una reducción del colesterol LDLoxidado (responsable de un aumento del riesgo cardiovascular) en pacientes diabéticos suplementados con L-Carnitina. En estudios realizados con ratones obesos, la suplementación con L-Carnitina parece reducir la grasa abdominal y moderar los niveles de Leptina circulante. En personas con obesidad en algunas publicaciones parecer ser que la suplementación con éste aminoácido puede mejorar el perfil lipídico, reduciendo los triglicéridos en sangre, aunque las evidencias no son muy importantes.

1 comentario:

Herbolario dijo...

La L-Carnitina es un aminoácido que esta relacionado con la quema de grasa, para crear energía. Lo que tiene que estar claro es que la L-carnitina ayuda a perder grasa corporal, pero hay que combinarla con una alimentación sana y ejercicio.

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