El hacer deporte en
ayunas siempre ha resultado algo controvertido. La mayoría de nutricionistas
simplemente lo desaconsejan. Dicen, que no es bueno hacer deporte con el
estómago vacío y sin energía.
La verdad es que el
hecho de entrenar en ayunas no es algo que sea antinatural para nosotros. Desde la época ancestral que el hombre se
levantaba, iba a cazar y comía. O sea, que lo que no hacía era primero
desayunar y luego tranquilamente, ir de caza para asegurarse la siguiente
comida. Y nuestro genoma está adaptado a primero hacer y luego comer. (De hecho
las mejores decisiones se toman con el estómago vacío) Y seguramente, muchos de
las que estáis leyendo este artículo os levantáis y no tenéis hambre. Pues eso
sería lo lógico y natural. Si yo durante el día anterior comí de forma
correcta, lo más normal es que me levante sin tener hambre. Avanza el día y
cuando tenga hambre comeré. Se trata de comer cuando uno tiene hambre y beber
cuando uno tiene sed. Comer y beber cuando uno no tiene ganas es ir en contra
de nuestra propia naturaleza y de hecho, muchas veces enfermamos simplemente
por esta razón.
Ahora bien, hacer
deporte con el estómago vacío es malo. La pregunta es, ¿si yo he cenado
a las 10 de la noche y me levanto a las 8 de la mañana para hacer algo de
deporte, eso significa tener el estómago vacío o no tener energía?
Nuestro cuerpo tiene unos
depósitos de energía y podéis estar tranquilas que estos, no se agotan por el
simple hecho de haber estado 10 horas sin comer. O sea, que podemos estar
haciendo deporte en ayunas sin que ello conlleve no tener energía. Es más,
nuestro cuerpo optimiza mejor sus fuentes de energía estando en ayunas.
Si yo como algo y hago deporte, mi cuerpo utilizará principalmente la energía
que acaba de entrar en mi cuerpo. En cambio, si entreno en ayunas, mi cuerpo
tiene que trabajar más para obtener energía. Este trabajo de más equivale a
aumentar mi metabolismo (entre un 5-10%) y a utilizar mi grasa como fuente de
energía principal. ¿ No queremos adelgazar? Pues haciendo un entrenamiento en
ayunas o bien simplemente ayunando, por ejemplo una vez a la semana, ya estamos
aumentando el metabolismo y quemando grasa. Así de fácil. Sí que es verdad que
un ayuno prolongado (3 o más días), ralentiza el metabolismo, pero un ayuno de varias horas, nos ayuda
precisamente a aumentarlo.
En definitiva, entrenar en ayunas, puede ser útil para
estimular la producción de energía en el músculo, además de promover el ahorro
del glucógeno y la utilización de las grasas como fuente de energía.
Ahora se acerca el buen
tiempo y llegará el verano y queremos estar en forma.
Os recomiendo practicar 1
ayuno a la semana (saltarse una cena o un desayuno). Aunque sea sin hacer
deporte. Me levanto, me aseo, voy a trabajar y cuando tenga hambre, simplemente
como. Si el día anterior hemos comido bien, de forma nutritiva, veréis como el
cuerpo tarda en pedirnos alimento. Eso si, siempre bien hidratadas. Nada más
levantarse sería recomendable beber 1 o 2 vasos de agua. Con la hidratación nuestro
cuerpo ya se activa de forma eficiente. El té y el café (sólo y sin azúcar),
también se permiten en las horas de ayuno.
Si además queremos hacer
algo de deporte en ayunas empezaremos de forma progresiva y a baja intensidad.
A medida que el cuerpo se vaya adaptando veréis que el cuerpo os pide más y
vuestro rendimiento es superior a cuando entrenáis con la comida en el
estómago.
No hay comentarios:
Publicar un comentario