A muchos runners les da cierta pereza correr en cuestas. Por pereza o simplemente porque se fatiga demasiado y no le ve mucho sentido. Pero la verdad es que si algún día incluimos las temidas cuestas de forma regular en nuestros entrenos, mejoraremos nuestras prestaciones.
Si haces cuestas una vez a la semana, ganarás confianza y podrás hacerlas sin lesionarte.
Comienza con una inclinación gradual, sube a una velocidad con la que te sientas cómodo donde puedas contar hasta 50. Cuando llegues a 50, bajan andando. Repite. Cada semana añade una repetición o corre en otra cuesta.
Trata de correr 50 pasos cada vez en 6 u 8 cuestas. Una vez puedas hacer eso, añade más pasos, inclinaciones más fuertes o más velocidad.
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