Pero la montaña sube y baja. No es un terreno llano, y por tanto tenemos que aprender unas técnicas.
Centrémonos ahora en las bajadas:
- En las bajadas nuestro cuerpo debe formar una línea inclinada de los hombros a los pies sin formar ningún ángulo extraño para lograr que el impacto de la bajada sea absorbido por todo el cuerpo, no sólo por los cuádriceps.
- Si las bajadas tienen mucha piedra y son estrechas, busca apoyos estables e inclina el cuerpo ahcia atrás un poco más para ganar equilibrio extra.
- Es clave el papel de los brazos. Debes llevarlos abiertos, como si fueras un equilibrista en la cuerda. Si la bajada no tiene mucha piedra pero sí mucha pendiente, lo que hace que te descontroles porque te es imposible frenar más porque tus cuádriceps se cargan a tope, prueba de alternar correr y dar saltos.
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