Tiempos malos para la alimentación. Y más para Ikea. Pero vamos por pasos. Primero saltó la noticia de que muchos supermercados que vendían hamburguesas de ternera, cuando en realidad era de caballo. La carne de caballo no es que sea mala (al contrario, tiene un alto nivel nutritivo), pero si venden ternera, es tan simple como que te vendan eso y no otro tipo de carne. Eso es simplemente un fraude.
E Ikea estaba precisamente quien daba carne de caballo cuando realmente estaba vendiendo otra cosa.
Pero es que ahora han encontrado restos fecales en las tartas de chocolate que vende Ikea. Ikea, como todos saben vende muebles, pero además de los muebles, ofrece unos valores añadidos que los clientes agradecen: parquing, servicio de canguro para los niños, bar, restaurante... Además, con unos precios súperbajos (lógicamente el negocio está en los muebles). Y ese precio tan bajo hace que la calidad deje mucho que desear.
Según Ikea, no hay ningún riesgo para la salud, pero las autoridades sanitarias están investigando el alcance de este problema.
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