El chocolate es uno de los placeres que hay en esta vida. Hay de muchos tipos. Chocolate de almendras, de avellanas, de nueces, de naranja, chocolate con leche, de cacao 100%, chocolate amargo, blanco, fondant, a la taza...en fin, para todos los gustos y paladares. Para picar entre horas, como postre, para tomarlo a solas o bien camuflado en un croissant, en un bocadillo...de mil maneras.
Pero nos da miedo abusar de él. Lo asociamos a un alimento que nos ayuda fácilmente a engordar y con pocos beneficios para nuestro organismo.
Pero estudios recientes aseguran que el consumo habitual de chocolate reduce el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular. Este beneficio se debe a los polifenoles que lleva el cacao. Estas, son unas substancias químicas antioxidantes y que retrasan el envejecimiento y los procesos degenerativos.
Eso sí, los chocolates que se venden en los supermercados tienen un alto índice calórico y muchos azúcares ,así que debemos de ir con cuidado.
Se recomienda por tanto, comer chocolate ecológico (no lleva azúcares añadidos) y con alto % de cacao (mínimo 70%). El chocolate negro de toda la vida, vamos.
Fuente del estudio: The British Medical Journal
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