Estos días en Madrid se ha celebrado el Salón del Fitness. Diferentes apariciones en TV de gerentes, directores, coordinadores de instalaciones deportivas han coincidio en observar que la crisis tambien a afectado al sector del deporte y la salud. La gente, dicen estos expertos, recorta gastos y aquello que no es necesario o superfluo lo eliminan (como el gimnasio).
Ahora bien, yo siempre he sido muy crítico con la filosofía de los gimnasios actuales (al menos los de Barcelona y Catalunya que son los que yo conozco.) Han tratado de "vender" los gimnasios como una forma de ocio. Y ojo, no es que esté mal, pero que ha pasado ahora? La gente relaciona el gim con ocio. Que hay crisis? Pues eliminamos o recortamos nuestro ocio: vamos menos al cine, menos al teatro, menos a cenar fuera y nos quitamos del gim, que total...). Craso error. El gimnasio es salud! O debería serlo. Nos lo tendrían que haber vendido así, pero han querido primordiar el aspecto del ocio. Repito, esta bien, pero en época de crisis han notado que la gente se da de baja y no hay clientela nueva.
Porque estas clases de aeróbic con tantos pasos tan difíciles? Porque estas sesiones de spinning con posturas "imposibles", porque han intentado continuamente hacer del fitness una cosa tan rocambolesca y en muchas ocasiones perdiendo el valor de la salud en ellas? Muchos monitores de actividades dirigidas no tienen la suficiente formación, hacen las clases tan difíciles como saben, pensando así que se ganarán el "respeto" y admiración de sus clientes. Al gimnasio la gente va a ponerse en forma, a adelgazar y sí, también a pasárselo bien. Quien quiera aprender a bailar o aprender pasos nuevos para eso estan las academias de baile.
Alguien me podría decir cuanta gente ve que entra en una sala de actividades dirigidas con un pulsómetro? Esta herramienta tendría que ser indispensable. Ya que según el objetivo que tengamos tenemos que saber a cuantas pulsaciones late nuestro corazón. Pero nada, aquí hemos intentado asociar el gimnasio como un puro entretenimiento y cuando la crisis nos azota es cuando hemos visto que se ha ido por mal camino. La salud es la salud y aunque haya crisis invertir 40 o 50 euros en pagar un gim, no es un mal negocio.
Espero que de esta crisis salga un cambio de mentalidad en nuestras instalaciones deportiva y veamos como los gimnasios se preocupan más por nuestra salud que por otra cosa.
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