Adelgazar no es fácil. Bueno, podemos optar por no comer, y así seguro que adelgazamos, ahora bien, eso no sería lo más saludable que digamos.
Un plan de adelgazamiento no es cosa sencilla, sino que requiere de asesoramiento profesional para que cada aspecto del mismo se adapte a las particularidades individuales. Sin embargo, pocos son quienes consideran ésto al momento de perder peso y recurren a estrategias que pueden afectar la salud.
Entre los recursos existentes para adelgazar, el mercado ofrece variados métodos, productos y fórmulas, pero las conductas menos sanas o lo que no debes hacer si quieres perder peso con salud es lo siguiente:
Dejar de comer: no comer no sólo no contribuye a adelgazar de manera sana, sino que enlentece el metabolismo, lo enferma, disminuye sus defensas, y lo coloca en un estado carencial que puede resultar fatal.
Bebidas energéticas: quien cree que encerrándose en el gimnasio por más de 8 horas diarias y bebiendo sólo bebidas energéticas va a perder peso, está muy equivocado, ya que no sólo hace falta ejercicio en cantidades moderadas y adecuadas al estado del individuo, sino que es necesaria la ingesta de otros nutrientes para que el cuerpo resista el esfuerzo de la actividad y adelgace sanamente.
Comer y vomitar: no es necesario autoproducirse un vómito, sino que muchos sienten la sensación de culpa, malestar gástrico o vomitan con sólo pensar que han comido algo “fuera de la dieta”. Pero ésta conducta no es para nada saludable, pues puede desencadenar trastornos compulsivos y alimentarios mucho más severos.
Consumir laxantes: ésta es otra conducta compensatoria ante el sentimiento de culpa que produce comer de más, por eso, no resulta sano recurrir a fuentes externas que alteran el funcionamiento intestinal.
Dieta líquida: no es verdad que el cuerpo puede vivir con sólo estar hidratado, por el contrario, las dietas de sólo líquidos pueden resultar fatal, pues son insuficientes en cuanto nutrientes, calorías y además, puede provocar desequilibrios electrolíticos a causa de la ingesta excesiva de agua.
Suplementos vitamínicos: hay quienes recurren a los suplementos de vitaminas y minerales para compensar la escasa ingesta de alimentos, pero ésta no es la mejor opción, pues no es lo mismo comer carne, frutas, verduras o cereales que obtener sus micronutrientes a través de pastillas.
Fórmulas mágicas: la dieta de a alcachofa, la del yogur, u otras dietas milagrosas no son lo más adecuado, por no son individualizadas, no son completas, seguras y sanas. Debemos recordar que para bajar de peso no existe una ecuación mágica, ni un alimento con propiedades milagrosas, sino que se necesita un poco de esfuerzo, dieta sana y ejercicio para adelgazar de manera efectiva.
Somos conscientes que muchos de estos puntos mucha gente los aplica, haciendo funcionar su sentido común, pero pensad que el sentido común muchas veces es el menos común de los sentidos.
Entre los recursos existentes para adelgazar, el mercado ofrece variados métodos, productos y fórmulas, pero las conductas menos sanas o lo que no debes hacer si quieres perder peso con salud es lo siguiente:
Dejar de comer: no comer no sólo no contribuye a adelgazar de manera sana, sino que enlentece el metabolismo, lo enferma, disminuye sus defensas, y lo coloca en un estado carencial que puede resultar fatal.
Bebidas energéticas: quien cree que encerrándose en el gimnasio por más de 8 horas diarias y bebiendo sólo bebidas energéticas va a perder peso, está muy equivocado, ya que no sólo hace falta ejercicio en cantidades moderadas y adecuadas al estado del individuo, sino que es necesaria la ingesta de otros nutrientes para que el cuerpo resista el esfuerzo de la actividad y adelgace sanamente.
Comer y vomitar: no es necesario autoproducirse un vómito, sino que muchos sienten la sensación de culpa, malestar gástrico o vomitan con sólo pensar que han comido algo “fuera de la dieta”. Pero ésta conducta no es para nada saludable, pues puede desencadenar trastornos compulsivos y alimentarios mucho más severos.
Consumir laxantes: ésta es otra conducta compensatoria ante el sentimiento de culpa que produce comer de más, por eso, no resulta sano recurrir a fuentes externas que alteran el funcionamiento intestinal.
Dieta líquida: no es verdad que el cuerpo puede vivir con sólo estar hidratado, por el contrario, las dietas de sólo líquidos pueden resultar fatal, pues son insuficientes en cuanto nutrientes, calorías y además, puede provocar desequilibrios electrolíticos a causa de la ingesta excesiva de agua.
Suplementos vitamínicos: hay quienes recurren a los suplementos de vitaminas y minerales para compensar la escasa ingesta de alimentos, pero ésta no es la mejor opción, pues no es lo mismo comer carne, frutas, verduras o cereales que obtener sus micronutrientes a través de pastillas.
Fórmulas mágicas: la dieta de a alcachofa, la del yogur, u otras dietas milagrosas no son lo más adecuado, por no son individualizadas, no son completas, seguras y sanas. Debemos recordar que para bajar de peso no existe una ecuación mágica, ni un alimento con propiedades milagrosas, sino que se necesita un poco de esfuerzo, dieta sana y ejercicio para adelgazar de manera efectiva.
Somos conscientes que muchos de estos puntos mucha gente los aplica, haciendo funcionar su sentido común, pero pensad que el sentido común muchas veces es el menos común de los sentidos.
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