Para todo corredor el pie es considerado como su herramienta fundamental de trabajo, así como puede serlo la vista para un relojero o las manos para un ceramista.
Por esta razón debemos cuidarlos para que estos puedan cumplir bien su función y no sufran lesiones ni patologías que nos impidan realizar aquello que más nos gusta: correr.
He aquí unos consejos para la protección de esta zona de riesgo, con el objetivo de evitar problemas como:
ROZADURAS Y AMPOLLAS
HONGOS
UÑAS NEGRAS/ UÑAS INCARNADAS
LESIONES ARTICULARES (TOBILLOS, RODILLAS, ESPALDA)
Empecemos por el problema más importante: LOS APOYOS.
Al correr distancias largas, los pies soportan durante un tiempo prolongado y constante, el peso de todo el cuerpo, siendo la parte del mismo la que más sufre.
Por este motivo es preciso evitar cualquier vicio en los apoyos que realizamos en nuestros entrenamientos y carreras. Para ello, hacerse un estudio biomecánico de la marcha es fundamental para comprobar la existencia o no de este defecto en la posición estática y en la dinámica (carrera). Si resultara que estamos realizando la actividad física de forma incorrecta (apoyando mal el pie), el deporte estaría siendo perjudicial y podría provocar graves lesiones en partes importantes del esqueleto como pueden ser tobillos, rodillas y columna.

Por otro lado, correr siempre con unas zapatillas específicas para unning con la suela preparada para amortiguar los impactos de nuestros apoyos contra el suelo, nos ayudará a prevenir y suavizar estas dolencias. Existen varios tipos de zapatillas. Algunos consejos para poder escoger bien la compra de tus zapatillas puedes encontrarlos aquí ( ver artículo anterior “link” ).
Otros problemas corrientes en los corredores son las molestas ROZADURAS, AMPOLLAS Y HONGOS.
La solución: Unas zapatillas transpirables y no excesivamente ajustadas junto con unos calcetines de algodón. Estos son los elementos clave para aportar comodidad y respiración a nuestros pies. No olvidemos que un pie que no respira provoca exceso de sudor y humedad, preparando el terreno para la aparición de los temidos hongos.
Para evitar las rozaduras, los pequeños vendajes y esparadrapos son muy útiles. Si estas no se han podido evitar y han desembocado en ampollas, la solución es menos efectiva: pueden cubrirse con parches farmacéuticos. Sin embargo, lo ideal en estos casos es la prevención, consistente en el mantenimiento de una buena hidratación de los pies, a través del uso de cremas con un alto porcentaje en urea o lubricantes específicos para estas zonas.
Acabaremos finalmente con unos consejos para todos aquellos que a causa de un exceso de kilómetros o de la utilización de unas zapatillas demasiado ajustadas han sufrido la aparición de uñas negras o de uñas encarnadas. En estos casos, el cortarse las uñas correctamente es la clave para evitar estas dolencias e incomodidades.
El corte debe realizarse de manera que las uñas no sobresalgan de los dedos de los pies, debe hacerse de forma recta intentando que las partes horizontal y vertical se acerquen a los 90 º sin dejar aristas, evitando así el contacto y rozadura con los dedos adyacentes.
Revisar las uñas y cortarlas correctamente antes de un entrenamiento o competición evitará la aparición de estos problemas que pueden llegar a convertirse en graves y requerir de mínimas cirugías para extraer la parte de la uña que queda encarnada.
Tened en cuenta estos consejos y comprobaréis como mejoráis carreras, salud, comodidad y rendimiento.
Jacint Andreu González
Podólogo
Col.Núm 603
www.plantillasdeportivas.es
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