Cuando hacemos
deporte de forma regular, corremos el riesgo de
sufrir lesiones más o menos graves. Una de ellas es el hecho de sentir las
piernas cargadas. Eso propiamente no es una lesión, pero podemos llegar a lesionarnos si continuamos con nuestro ritmo regular de entrenos. Cuando tenemos las piernas cargadas, notamos que no tenemos esa chispa, que no podemos correr a ritmos que antes podíamos mantener, que por la noche, estamos más cansados que de costumbre...
Podemos optar por diferentes soluciones. Aquí van algunas de ellas:
- Masaje manual o automasaje
- Métodos hidroterápicos, como los chorros de agua.
- La aplicación de cremas que mejoran el drenaje linfático y venoso.
- La elevación de las piernas tras el ejercicio.
- El uso de medias de compresión.
- La realización metódica de estiramientos.
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