El flato consigue muchas veces que tengamos que parar cuando estamos haciendo ejercicio. Tanto si uno es un corredor experimentado como si no, en según que condiciones podemos sufrirlo.
Su causa ha estado mitificada por los científicos durante años. Ahora sabemos que el ejercicio impacta en el tracto gastrointestinal por la disminución de la corriente sanguínea, traumatizando las fibras sensitivas y ralentizando el movimiento de la comida. Todo esto es lo que causa esa sensación de cuchillo clavado lateralmente.
Un reciente estudio en Nueva Zelanda ha descubierto que ingerir líquido antes de cualquier ejercicio de resistencia tensa los ligamentos del abdomen y evita en gran medida el flato.
Además según mejoras tu estado de forma, aumenta el transito sanguíneo en general y por tanto también al estomago, lo que hará que sufras menos flato.
Su causa ha estado mitificada por los científicos durante años. Ahora sabemos que el ejercicio impacta en el tracto gastrointestinal por la disminución de la corriente sanguínea, traumatizando las fibras sensitivas y ralentizando el movimiento de la comida. Todo esto es lo que causa esa sensación de cuchillo clavado lateralmente.
Un reciente estudio en Nueva Zelanda ha descubierto que ingerir líquido antes de cualquier ejercicio de resistencia tensa los ligamentos del abdomen y evita en gran medida el flato.
Además según mejoras tu estado de forma, aumenta el transito sanguíneo en general y por tanto también al estomago, lo que hará que sufras menos flato.
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